Como estáis viendo, después del lápiz sigo asistiendo la línea con calibrado 0.05.
Lo bueno del rotulador, es que se trabaja muy cómodo. Es sencillo. Lo único que hay que tener es un poco de pulso e intentar coger la suficiente confianza en tu trazo, como para que te tiemble el pulso lo menos posible.
Luego el contraste con la línea valorada, que veremos muy pronto, es muy atractivo a la vista, y el resultado muy pegadizo.
Nos vemos en nada.
Un abrazo.
N.
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